Anotaciones de una conversación con Antonio Díaz de Freijo, sacerdote católico, director de Asociación Karíbu.

Karíbu significa Bienvenida en Swahili

La Asociación Karíbu se ocupa de dar acogida a las personas subsaharianas inmigrantes en España la mayoría de las cuales son inicialmente sin documentos españoles al haber entrado en pateras o saltando las vallas de Ceuta y Melilla. Su llegada es en la mayoría de los casos después de muchos meses y a menudo años de viaje desde su tierra en busca de mayor seguridad y bienestar.

La razón por la cual no hay apenas acogida de refugiados de Siria en España es porque estas personas ven más provecho buscar su residencia en el norte de Europa donde hay más facilidades para inmigrantes.

El gobierno español no tiene una política para las/los inmigrantes africanos; no tiene embajada en la mayoría de países africanos; no hay acuerdos bilaterales.

 No hay política de repatriación voluntaria como hubo desde el inicio de la crísis de 2008 con los inmigrantes latinoamericanos cuando el Estado español les entregó en un pago único todos los ingresos que se les debieran por sus contribuciones a la seguridad social y a los impuestos.

Es muy difícil la obtención de los documentos que dan derecho a permisos de trabajo y de residencia.

El permiso de residencia depende de un contrato de trabajo. Si se pierde el trabajo, se pierde automáticamente el permiso de residencia.

Sin regularización como inmigrante legal, no hay permisos y sin permisos no hay acceso a los cursos de formación profesional financiados por la Unión Europea porque éstos estipulan que los inmigrantes deben estar legalizados.

Antonio Díaz de Freijo ha quedado en enviarme periódicamente información de Asociación Karíbu y me facilitó un ejemplar del Informe de Karíbu de 2016 sobre EL INTERNAMIENTO EN EL CIE DE MADRID describe las graves deficiencias en el trato de las personas internadas y cita los testimonios de varias personas internadas.

Les citamos especialmente EL INFORME EN CIFRAS en las pp. 6 y 7 y las CONCLUSIONES en las pp. 48 y 49.

Hugo Castelli Eyre, 24 de febrero de 2018